¿Son los menores de 8 años exaltados en el Reino Celestial?

6 de julio de 2021

 

El otro día me encontré con un artículo que me llamó la atención por su título porque sabía que iba a estar basado mas en especulación que en las Escrituras. Y tras leerlo, mis sospechas fueron confirmadas. Lo pueden ver aquí: https://discursosud.com/2021/06/28/la-salvacion-de-los-ninos-pequenos-que-mueren-lo-que-sabemos-y-lo-que-no-sabemos/?fbclid=IwAR0Mc7dMGUEzazM_uhZ-ndEF9Yx_LGjcc4tGNLD-NkrH_rzVsv4OdO2ew1k

Es curioso que afirme “lo que sabemos y lo que no sabemos” de la salvación de los niños pero todo está basado en deseos de que sea así pero sin base en las Escrituras.

El estudio dice: La doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en cuanto a la salvación de los niños pequeños se resume en un solo versículo de las Escrituras: “… todos los niños que mueren antes de llegar a la edad de responsabilidad se salvan en el reino celestial de los cielos” (Doctrina y Convenios 137:10).

Y al autor más adelante afirma que los niños son EXALTADOS. ¿Me podrían decir dónde, en esa Escritura o en otra, se afirma la exaltación de los niños? Si analizamos el versículo 10 dice claramente que los niños son salvos, NO EXALTADOS, en el reino celestial de los cielos.  Recuerden que el reino celestial tiene 3 grados y que solo el más alto es la exaltación. Los otros dos grados inferiores son salvación. Por tanto, afirmar con esa Escritura, que estas demuestran que son Exaltados es una interpretación privada y es falso. Las Escrituras solo mencionan que son salvos en el Reino Celestial pero no podemos afirmar a cuál de los tres.

Y ahora analicemos el párrafo de la discordia. Lo llamo así porque me parece increíble que se acepten ideas de Profetas sin cuestionarlas porque lo ha dicho un profeta, pero debemos tener claro que estos también opinan y se equivocan como cualquier mortal. La mejor manera de saber si un profeta está correcto guiado por el Espíritu o dando su opinión es cuando su argumento está o n o en sintonía con los libros canónicos. Si una Autoridad General afirma una idea que no se puede encontrar en las Escrituras o las contradice, podemos tener claro que es opinión de la Autoridad a no ser que esté afirmando que es una revelación y esta sea sostenida por la Iglesia como tal para que sea vinculante entre todos los santos. El párrafo dice lo siguiente:

El presidente Joseph F. Smith (1838–1918) perdió a varios hijos por muerte prematura. Él recibió consuelo por medio de la doctrina de que los niños pequeños serían resucitados como tales y que sus padres rectos los criarían hasta que alcanzaran la madurez después de la resurección. En una ocasión, el presidente Smith señaló lo siguiente: “José Smith enseñó la doctrina de que el niño pequeño que muere se levantará como niño en la resurrección; y, señalando a la madre de un niño sin vida, le dijo: ‘Usted tendrá la alegría, el placer y la satisfacción de criar a ese hijo, después de que haya resucitado, hasta que alcance la estatura completa de su espíritu’. Hay restitución, hay crecimiento, hay desarrollo después de resucitar de la muerte. Amo esta verdad. Comunica a mi alma un caudal de felicidad, de dicha y de gratitud. Gracias sean dadas al Señor que nos ha revelado estos principios”2.

Los niños pequeños no solo alcanzan la madurez plena, sino que también reciben la exaltación plena. Abinadí enseñó que “los niños pequeños también tienen vida eterna” (Mosíah 15:25). El profeta José Smith enseñó que “tendrán a sus hijos, porque ellos tendrán la vida eterna, porque su deuda está saldada”3.

Para obtener el grado más alto del Reino Celestial, las personas que son responsables de sus actos deben entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio (véase Doctrina y Convenios 131:1–3). Los niños pequeños que mueren tendrán esa oportunidad en el futuro. El presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972) explicó: “El Señor les dará a estos niños el privilegio de todas las bendiciones de sellamiento que pertenecen a la exaltación […]. [L]os niños crecerán después de la resurrección, hasta la completa estatura del espíritu, y […] todas las bendiciones serán suyas, lo mismo que si hubieran vivido hasta la madurez y las hubieran recibido en la tierra”4.

1.       Menciona que José Smith enseñó que los niños que mueren resucitarán niños para ser entregados a sus padres y que estos los críen hasta que lleguen a ser adultos.  Y que recibirán las ordenanzas ya que para alcanzar la exaltación deben de estar casados.

Falso. Una vez resucitados, ya no se pueden hacer ordenanzas del templo tal y como la tenemos ahora. Recuerden las palabras de Cristo en Mateo 22:29-30: Entonces, respondiendo Jesús, les dijo: Estáis errando, al ignorar las Escrituras y el poder de Dios; porque en la resurrección, no se casan ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles en el cielo. Por tanto, si se resucita soltero, soltero se queda. Por eso, los templos hacemos la obra vicaria ahora porque debe ser efectuada antes de la resurrección ya que después, no existen este tipo de ordenanzas. Para los que les guste el libro de Jesús el Cristo del Elder Talmage, les dejo esta cita: “En la resurrección no habrá matrimonio ni entrega en matrimonio; todas las cuestiones del estado civil deben resolverse antes de ese tiempo, bajo la autoridad del Santo Sacerdocio, que tiene el poder de sellar el matrimonio tanto por el tiempo como por la eternidad “. (Capítulo 31).

2.       Los niños pequeños no solo alcanzan la madurez plena, sino que también reciben la exaltación plena. Abinadí enseñó que “los niños pequeños también tienen vida eterna” (Mosíah 15:25).

Al igual que las Escrituras a veces usan el término salvación como sinónimo de exaltación, a pesar de que es diferente: Mosiah aquí esta usando vida eterna como sinónimo de salvación.  Véase Moroni 8:10, 13 donde se menciona la salvación de los niños.

3.       Enfatizaré este párrafo:  El presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972) explicó: “El Señor les dará a estos niños el privilegio de todas las bendiciones de sellamiento que pertenecen a la exaltación […]. [L]os niños crecerán después de la resurrección, hasta la completa estatura del espíritu, y […] todas las bendiciones serán suyas, lo mismo que si hubieran vivido hasta la madurez y las hubieran recibido en la tierra”

La idea mencionada en el punto 3 es completamente falsa. Si el niño resucita, ya no puede recibir ninguna de las ordenanzas del templo. Esto si es doctrina de la Iglesia que todas las ordenanzas hay que hacerlas en vida o vicarias pero nunca después de la resurrección por lo que esa cita por muy esperanzadora que es, es totalmente falsa.

El articulo hace la pregunta de porque mueren los niños y dice lo siguiente:

“Es difícil responder esta pregunta, sobre todo a aquellos que han perdido a un hijo pequeño. Tal vez, la mejor manera de comenzar a responderla es con las palabras de Nefi, que testificó: “Sé que [Dios] ama a sus hijos; sin embargo, no sé el significado de todas las cosas” (1 Nefi 11:17).

No conocemos todos los motivos de cada una de las tragedias que ocurren en la vida terrenal, pero podemos tener la certeza de que Dios nos ama. Aunque no debemos suponer que las tragedias son la voluntad de Dios, Su plan proporciona la manera de superarlas todas5. “No hay pesares en la tierra que el cielo no pueda curar”6.”

Todos sabemos que antes de venir a la tierra, vivíamos como espíritus con nuestros Padres Celestiales y que allí también había mandamientos los cuales cumplir y que gracias a esa obediencia, nos ganamos ciertas bendiciones aquí en la tierra. Orson Pratt dijo:

“Todos los espíritus cuando vienen aquí son inocentes, esto es, que si ellos, alguna vez, han cometido pecados, ellos se han arrepentido y obtenido perdón a través de su fe en el futuro sacrificio del Cordero. En la medida que concierne a la inocencia, ellos entran a este mundo por igual; pero en la medida a que a sus circunstancias se refiere ya no son lo mismo. Una clase de espíritus se les permite venir a este mundo en una época en la que el sacerdocio y el reino de Dios están sobre la tierra. y ellos oyen y reciben el evangelio; otros entran en este mundo en una época de oscuridad, y son educados en las doctrina erróneas y tontas. Algunos nacen entre la gente de Dios, y son educados en el camino correcto, otros nacen entre los paganos, y se les enseña a adorar ídolos. […]. Ahora, si todos los espíritus fueron iguales de fieles en guardar las leyes en su primer estado, ¿por qué son colocados en tales circunstancias diferentes en su segundo estado? ¿Por qué algunos se ponen en circunstancias donde son enseñados de Dios, llegan a ser gobernantes, reyes, y sacerdotes, y finalmente ser exaltado con toda la gloria del reino celestial, mientras que a otros se les enseña toda clase de maldad y nunca oyen el evangelio hasta que ellos lo escuchan en la prisión después de muertos y en la resurrección no reciben una gloria Celestial sino Terrestre? Si las recompensas y los castigos son los resultados de buenas o malas acciones, entonces parecería que las circunstancias buenas o malas bajo las cuales los espíritus entran en este mundo, tienen que depender de las acciones buenas o malas que ellos habían hecho en el mundo anterior. Nuestra condición cuando entramos en el mundo venidero dependerá de nuestra conducta aquí, por analogía entonces, ¿nuestra condición al entrar en este mundo no dependerá de nuestra conducta antes de nacer? ¿No es esa la pregunta que los Apóstoles hicieron al Salvador en cuanto al hombre que nació ciego mostrando así la posibilidad de que un hombre pudiera pecar antes de nacer? Consideraron razonable que un hombre pudiera nacer ciego como castigo a sus pecados que había cometido antes de nacer. Aunque todos los espíritus son inocentes cuando vienen aquí, ¿no podría ser posible que ellos fueran perdonados y hechos inocentes sobre la condición que entrarían en este mundo bajo circunstancias favorables o desfavorables según la naturaleza de su pecado? ¿Los habitantes de nuestro mundo que son levantados de los muertos no se diferencian en gloria como una estrella se diferencia de otra? ¿No es necesario que a ellos deban perdonárseles de todos sus pecados y hechos inocentes antes que puedan recibir el Espíritu Santo o cualquier grado de gloria? ¿Y no dependerá sus diferentes condiciones en la resurrección sobre la naturaleza de sus acciones en esta vida? Entonces, si tienen que ser perdonados y ser inocentes antes incluso de que puedan entrar en un reino de gloria, y si cuando entran allí, es bajo una gran variedad de circunstancias que dependen de sus acciones aquí, entonces podemos razonar, por analogía, que los espíritus tienen que ser perdonados y ser inocentes antes que puedan venir aquí que cuando vienen, será bajo una gran variedad de condiciones que dependerán de sus acciones en el estado anterior (The Seer págs 56-57)”

El manual de Instituto bajo la sección 76, reino terrestre encontramos lo siguiente:

“En la visión del reino terrestre, aparecen  aquellos que no son valientes para defender su testimonio(vers 79), incluso los que murieron sin ley pero recibieron el evangelio en el mundo de los espíritus. Entre estos candidatos terrestres que murieron son ley se encuentran la mayoría de las personas de las naciones paganas y que no lo recibirán posteriormente, pero llenan los requisitos para ser calificadas como honorables. El Élder Melvin J. Ballard explicó este tipo de personas de la forma siguiente: “...los que mueren sin ley,me refiero a los de las naciones paganas, por falta de fidelidad o de devoción en la vida anterior, reciben todo aquello a lo que tienen derecho. No quiero decir que a todos se les impida la entrada en la gloria más alta; cualquiera de ellos que se arrepienta y cumpla con las condiciones también puede obtener la gloria celestial, pero la mayoría solamente obtendrá la gloria terrestre. (Hinckley, Sermons of Melvin J. Ballard, pag 251)”

¿Sería descabellado pensar que recibimos las ordenanzas del sacerdocio en la tierra porque en la preexistencia fuimos obedientes para tal bendición? Esto explicaría el porque hay hermanos y hermanas mayores que nunca se han casado y la explicación podría ser que en la preexistencia fueron obedientes para recibir la investidura, pero no para más. Recordemos que la vida mortal es una continuación de la vida preterrenal. Ya lo dijo Alma que aquellos que reciben el sumo sacerdocio en la tierra es porque fueron obedientes en la preexistencia para tal ordenación. (Alma 13). Por tanto, si la ordenación a sumo sacerdote fue debido a la obediencia en la preexistencia, recibir el bautismo, o la investidura o casarse son bendiciones que podremos recibir si fuimos merecedores para ello en la vida premortal.

Y mi cita favorita del artículo: “Si bien no hay nada en esta vida que quite los sentimientos de pérdida que tiene una familia al perder a un hijo, podemos hallar consuelo en la doctrina de que los niños pequeños que mueren serán exaltados. Eso lo sabemos gracias a que lo ha revelado nuestro amoroso Padre Celestial y lo han enseñado Sus profetas y apóstoles modernos. Estas verdades de la revelación de los últimos días son algunas de las más dulces y reconfortantes del Evangelio.”

No existe la doctrina de que los niños sean exaltados. Las Escrituras no lo dicen. Estas dejan la puerta abierta a uno de los 3 grados de gloria del Reino Celestial pero que automáticamente se les asigne la exaltación, es erróneo. Y la última línea me recuerda a Korihor que les decía la pueblo lo que quería escuchar y estos se lo creían sin un mínimo de análisis. Hermanos que, porque sea dulce y reconfortante, esto no quiere decir que sea verdadero porque no hay ninguna revelación que lo afirme por mucho que el artículo lo repita.

Y para demostrar que José no recibió ninguna revelación, sino que son opiniones no vinculantes para la Iglesia, de la exaltación de niños o que estos resucitan como infantes y que crecen hasta ser adultos, veamos algunas citas:

“En cuanto a la resurrección, diré con dulzura que todos los hombres saldrán del sepulcro mientras se acuestan, sean viejos o jóvenes. Su voluntad no será agregada a la estatura ni un codo ni quitada de ella. Todos fueron levantados por el poder de Dios que tiene el espíritu de Dios en sus cuerpos y no Sangre. Los niños serán entronizados en la presencia de Dios y el Cordero con cuerpos de la misma estatura que estaban en la tierra. “Esta cita es del History Of the Church Vol 2, pag 53. Claramente, José Smith está contradiciendo la afirmación del artículo que los niños resucitan y crecen.

Todos conocemos el famoso discurso de José Smith que ofreció en el funeral del hermano King Follett. Pues esto es lo que dijo:

“Una pregunta [:] las Madres tendrán sus hijos en la Eternidad sí, sí, ustedes tendrán los hijos Pero a medida que caiga, se levantará, Nunca crecerá, Estará en su forma precisa como cayó en los brazos de sus madres. La eternidad está llena de tronos sobre los que habitan miles de niños que reinan en tronos de gloria sin un codo añadido a su estatura.” (Wilford Woodruff Journal, 7 June 1844, vol 2, pg. 159.)

De nuevo, tenemos a José Smith negando que los niños resucitados crezcan.

William Clayton era amigo y secretario privado de Jose Smith en Nauvoo y escribió lo siguiente en su diario:

“Le pregunté al presidente si crecerían los niños que mueren en la infancia. Él respondió “no, los recibiremos precisamente en el mismo estado en que murieron, es decir, no más grandes. Tendrán tanta inteligencia como nosotros, pero siempre permanecerán separados y solteros. No tendrán ningún aumento. Los niños que nacen muertos tendrán cuerpos completamente desarrollados por la resurrección.” George D. Smith, An Intimate Chronicle: The Journals of William Clayton, p.104.

Podemos notar que no solo José está afirmado que los niños no solo no crecen, sino que permanecen separados y solteros.

Otra cita interesante de José Smith:

Aquellos que no guardan ninguna Ley eterna en esta vida o no hacen ningún contrato eterno son solteros y están solos en el mundo eterno (Lucas 20-35) y solo son hechos Ángeles para ministrar a aquellos que serán herederos de la Salvación y nunca se convertirán en Hijos de Dios sin haber nunca guardó la Ley de Dios, es decir, la Ley eterna.” Words of Joseph Smith, pg. 232. Diario de Franklin D. Richards del 16 de Julio de 1843.

Claramente está diciendo que, para ser exaltados, todos tienen que recibir las ordenanzas en esta vida y vivir las leyes en el estado probatorio.

Brigham Young dijo:

“A menudo se ha preguntado cómo es con los niños pequeños; ¿Crecerán o no después? José dijo una vez que lo harían, y luego dijo que no lo harían, nunca tuvo ninguna revelación sobre el tema. No tengo ninguna doctrina que dar sobre este tema. Creo en la gran variedad de la vasta Creación de Dios. No creo que el Señor haya hecho jamás dos mundos iguales, o dos cosas iguales en ningún mundo, ni que la familia humana haya tenido la misma estatura en las distintas edades de este mundo. El Señor tiene poder para dar un alma o espíritu en un tabernáculo de dos o tres pies de altura, como en un gigante de 8 o 10 pies de altura ... Mi doctrina o creencia es que encontraremos a todos los niños y personas en la resurrección de la misma estatura que cuando murieron.” (Journal History, 31 January 1861)

Claramente, Brigham Young reconoce que no existe una revelación sobre los niños pequeños y su destino y que José Smith dio versiones diferentes sobre esto debido a que no había una revelación sobre el tema.

Y no porque sea la última cita es la menos importante, tenemos a José F. Smith afirmando lo siguiente:

“No creí, nunca creí que fuera reportado correctamente o que los que murieron en la infancia permanecerían como niños pequeños después de la resurrección. Nunca había entrado en mi alma la posibilidad de que tal pudiera ser el caso; sin embargo, no tuve el valor de decirlo, aunque me habían dicho esta circunstancia. Realmente no me importaba mencionarlo, porque conocía las fuertes opiniones que algunas personas tenían con respecto a la resurrección de los niños pequeños y, para siempre y para siempre, a permanecer como niños pequeños.” Improvement Era 21:567-574.

Aquí el profeta reconoce que no le gustaba la idea de que los niños no crecieran y que el “sentía” que era un error de transmisión. Y se queda tan ancho si dar evidencias a esa afirmación. Tendría razón si el que transcribió los discurso fuera la misma persona, pero las citas son de diferentes discursos, por diferentes personas e incluso de una charla de Jose con su secretario privado. Por tanto, no hubo error de transmisión de ideas.

Esto es un clásico ejemplo de creer una dosctrina que no existe, pero como es bonita, se siente bien es agradable al oído, tiene que ser así. Pues no tiene que ser así amigos, las doctrinas de Dios se pueden encontrar en las Escrituras y hemos visto que esta no solo no se encuentra, sino que no se ponen de acuerdo por lo que el articulo de discurso sud es pura lisonja.

Después de este análisis podemos afirmar que las Escrituras no mencionan la Exaltación para los niños y que es un tema no revelado pero que según la evidencia documental aquellos serán niños solteros en el reino celestial. Que cada cual piense lo que quiera pero que lo haga ateniéndose a las evidencias y no al sentimiento como José F. Smith que tomó una postura MacConkiniana.

El diezmo en su contexto

20 de octubre de 2018

En un articulo anterior, analice la historia del diezmo, en este voy a hacer una aproximación de este, pero desde el contexto. Como bien dicen los Testigos de Jehová, un texto fuera de contexto es un pretexto. Y vaya razón que tienen. Leer un versículo sin el contexto histórico, lingüístico o situacional, nos puede llevar a una falsa creencia totalmente opuesta a la intención del autor. A afirmar doctrinas erróneas o hechos que nunca existieron o fueron de otra manera. El estudiar las Escrituras y doctrina de la Iglesia son una cosa muy seria por lo que debemos prepararnos para ello. ¿Cómo nos preparamos para ellos? En primer lugar, con oración, y luego con un diccionario y manuales y libros que expliquen el contexto de lo que estamos leyendo. Haciendo esto, su estudio de las Escrituras será mucho más profundo y enriquecedor.
En el capítulo 32 del libro Principios del Evangelio[1], se nos enseña sobre los diezmos y las ofrendas. Y usare este capitulo como base para mi análisis. Veremos como, sin querer, estamos creyendo y enseñando doctrinas, ideas y prácticas que no están conforme con las Escrituras.
El mencionado capitulo 32 dice:
Una revelación de los últimos días habla sobre otra bendición que recibirán quienes paguen el diezmo: “…y en verdad, es un día de sacrificio y de requerir el diezmo de mi pueblo, porque el que es diezmado no será quemado en su venida” (D. y C. 64:23).
Pues bien leamos el encabezamiento de la sección 64 que dice:
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a los élderes de la Iglesia en Kirtland, Ohio, el 11 de septiembre de 1831.
Y ahora leamos la cabecera de la sección 119 que es la revelación del diezmo:
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Misuri, el 8 de julio de 1838
La revelación del diezmo se dio poco mas de 6 años después de la sección 64 por lo que es imposible que la palabra diezmo en esta sección se refiera a la ley que conocemos ya que, básicamente no existía. Sigamos leyendo el encabezado de la sección 119 para ver entender lo que ocurrió:
La ley del diezmo, cual se conoce hoy, no se había dado a la Iglesia antes de esta revelación. La palabra diezmo empleada en la oración que se acaba de citar, así como en revelaciones anteriores (64:2385:397:11), se había referido no tan solo a una décima parte, sino a todas las ofrendas voluntarias, o sea, donaciones, a los fondos de la Iglesia. El Señor había dado previamente a la Iglesia la ley de consagración y la mayordomía de bienes, la cual los miembros (principalmente los élderes que dirigían) aceptaron por medio de un convenio que había de ser sempiterno. Por motivo de que muchos de ellos no cumplieron con ese convenio, el Señor la retiró por un tiempo y en su lugar dio la ley del diezmo a toda la Iglesia. El Profeta le preguntó al Señor cuántos de los bienes de ellos requería Él para propósitos sagrados. La respuesta fue esta revelación.
Cuando se dio la sección 42, la ley que los santos estaban viviendo era la de Consagración que se encuentra en sección 42. Por tanto, el que no seria quemado, tal y como dice la sección 64, son aquellos santos que estuvieran viviendo la ley de consagración. Por tanto, la escritura de la quema no puede ser usada para los no pagadores de diezmos porque en esa época esta ley no existía. Como se puede apreciar el contexto histórico es sumamente importante en estos versículos ya que hemos caído en el error de que el pago de diezmos es un seguro contraincendios cuando no es el caso.
La otra Escritura fuera de contexto es Malaquías 3 que dice:
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.10 Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
Cuantos discursos hemos escuchado sobre que si no pagamos diezmos estamos robando como esos Israelitas de Malaquías. Pues bien, ¿qué pasaría si en esos versículos los Israelitas hubieran ya diezmado sus bienes? Entonces, la Escritura no tendría mucho sentido. ¿verdad? Veamos lo que dice el contexto histórico que lo podemos ver en las mismas Escrituras. Malaquías 1 dice:
El hijo honra al padre y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy señor, ¿dónde está mi temor?, dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo, y decís: ¿En qué te hemos profanado? En que decís: La mesa de Jehová es despreciable.Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo, cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu gobernante. ¿Acaso se agradará de ti, o le serás acepto?, dice Jehová de los ejércitos.Ahora, os ruego, pues, implorad el favor de Dios para que tenga piedad de nosotros; con esto que de vuestra mano ha venido, ¿le seréis aceptos?, dice Jehová de los ejércitos.10 También, ¿quién hay entre vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no me complazco en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.12 Y vosotros lo profanáis cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová y su fruto, su alimento es despreciable.13 Además, habéis dicho: He aquí, ¡qué fastidio es esto!, y lo olisteis con desprecio, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Me será acepto eso de vuestra mano?, dice Jehová.14 Y maldito el que engaña, el que, teniendo macho en su rebaño, promete y sacrifica lo dañado al Señor, porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.
Y Malaquías 2 dice:
Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento:Si no escucháis y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros y maldeciré vuestras bendiciones; y ya las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.He aquí, yo reprenderé a vuestra descendencia, y echaré el estiércol sobre vuestros rostros, el estiércol de los sacrificios de vuestras solemnidades; y seréis arrojados juntamente con él.Y sabréis que yo os envié este mandamiento para que mi convenio estuviese con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento, y de su boca buscarán la ley, porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el convenio de Leví, dice Jehová de los ejércitos.Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, puesto que vosotros no habéis guardado mis caminos y en la ley hacéis acepción de personas.10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué actuamos pérfidamente, cada uno con su hermano, profanando el convenio de nuestros padres?17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Todo el que hace mal es bueno ante los ojos de Jehová, y en los tales se complace; o: ¿Dónde está el Dios de la justicia?
Y en el Malaquías 3, leemos:
Y me acercaré a vosotros para juicio; y seré testigo veloz contra los hechiceros, y contra los adúlteros, y contra los que juran falsamente y contra los que oprimen al jornalero en su salario, a la viuda y al huérfano, y contra los que apartan al extranjero de su derecho y sin tener temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Como ven, el profeta Malaquías se está refiriendo a los sacerdotes y no al pueblo. Debido a todos sus pecados.  Dios los llama hechiceros, adúlteros (muchos abandonaron a sus esposas para casarse con esposas paganas, hijas de dioses extraños - Esd 10:18; Mal. 2:14 ), Dios también los llama mentirosos (Mal. 1:12-14) y afirma que los sacerdotes defraudaban a la viuda, al huérfano y no hacían justicia al extranjero, los diezmos ubicados en las cámaras especiales del Templo de Jerusalén también se usaban para suplir las necesidades de los levitas que servían en el Templo, de los extranjeros, de las viudas y de los huérfanos, está claro que los sacerdotes no lo estaban haciendo, ya que no tenían temor de Dios en sus corazones.
El Pueblo de Israel llevaba sus diezmos para los levitas a las ciudades levíticas donde vivían los sacerdotes y los levitas con sus familias cuidando a sus animales y ganados (Jerusalén no era una ciudad levítica, por tanto, la mayoría de los levitas y sacerdotes no vivían en Jerusalén), estas ciudades estaban esparcidas por todo Israel (Vease Num. 35:2-3; Jos. 21:1-2) y los levitas junto con los sacerdotes debían llevar al alfolí en el Templo el diezmo de los diezmos para los sacerdotes, una vez en este almacén, los sacerdotes debían dar las porciones correspondientes a los sacerdotes y levitas que les había tocado servir en el Templo (los sacerdotes fueron divididos en 24 grupos 1 Cro. 24 y de igual manera los levitas 1 Cro. 25 y 26 -, estos grupos se iban turnando y servían en el Templo durante dos semanas cada año).
Nehemías que era contemporáneo a Malaquías explica en el capítulo 13:
37 para traer también las primicias de nuestras masas, y de nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino y del aceite a los sacerdotes, a los depósitos de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra a los levitas, porque los levitas reciben los diezmos de nuestras labores en todas las ciudades.38 Y estará el sacerdote, hijo de Aarón, con los levitas cuando los levitas reciban el diezmo; y los levitas llevarán el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a los depósitos de la casa del tesoro.
Ahí tenemos las funciones de los sacerdotes con los diezmos, pero en el capitulo 13, vemos lo que en realidad estaban haciendo esos sacerdotes:
10 Descubrí asimismo que las porciones para los levitas no se les habían dado, y que los levitas y los cantores que hacían el servicio habían huido, cada uno a su campo.11 Y contendí con los oficiales y dije: ¿Por qué está la casa de Dios abandonada? Y los reuní y los puse en sus puestos.
Vemos pues, que el diezmo que el pueblo había entregado a los sacerdotes no había sido también repartido con los Levitas rompiendo así con el pacto con Jehová.
Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento:Y sabréis que yo os envié este mandamiento para que mi convenio estuviese con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento, y de su boca buscarán la ley, porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el convenio de Leví, dice Jehová de los ejércitos. (Malaquías 2)Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos, y no los habéis guardado. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Pero dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? (Malaquías 3)
Vemos pues que el pecado era los sacerdotes no entregaban la parte diezmada a los Levitas. Nada que ver en la manera que usamos la Escritura para decir que el pueblo no paga el diezmo por lo que le roba al Señor. El pueblo, curiosamente, había diezmado. Los sacerdotes eran los ladrones que robaban a Dios. Como podemos ver, el contexto aclara mucho sobre el verdadero significado de esos versículos de robar a Jehová.
Pero, ¿no dice el versículo 9 de Malaquías 3 que: “Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.” ¿No menciona que toda la nación era la que robo a Jehová? Debemos entender que los sacerdotes son los responsables de que Israel estuviese maldito y de que Israel estuviese robando a Dios, los sacerdotes eran los responsables de haber hecho tropezar a los Israelitas (Mal. 2:8), cuando Acán pecó (Jos. 7:1), Dios dice lo siguiente: “Israel ha pecado y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé” (Jos. 7:11), aunque sólo pecó Acán, Dios afirma que Israel ha pecado, lo mismo sucede aquí, los sacerdotes habían robado y Dios dice: “la nación toda, me habéis robado” Por tanto, aunque los diezmos habían sido dados, al ser guardados por los sacerdotes, ilegítimamente, por los sacerdotes, La nación era “culpable” porque aquellos los representaba por lo que Dios culpa a todos pero eso no quiere decir como se nos ha enseñado que la nación no pago diezmo y por ende robo a Dios.
 Continuemos con el libro Principios del Evangelio, cap 32:
En la antigüedad, Abraham y Jacob obedecieron el mandamiento de pagar el diezmo, que consistía en la décima parte de su interés (véase Hebreos 7:1–10Génesis 14:19–2028:20–22).En tiempos modernos, el profeta José Smith suplicó: “…¡Oh Señor! Indica a tus siervos cuánto requieres de las propiedades de tu pueblo como diezmo…” (D. y C. 119, encabezamiento); el Señor le contestó: “Y esto será el principio del diezmo de mi pueblo. Y después de esto, todos aquellos que hayan entregado este diezmo pagarán la décima parte de todo su interés anualmente; y ésta les será por ley fija perpetuamente…” (D. y C. 119:3–4). La Primera Presidencia explicó que “la décima parte de todo su interés anualmente” se refiere a nuestro ingreso (véase Carta de la Primera Presidencia, 19 de marzo de 1970).
Menciona que Abraham pago la decima parte de su interés, y que interés anual significa ingreso. Veamos primero la traducción de Jose Smith:
39 Por lo que Abram le pagó los diezmos de todo lo que tenía, de todas las riquezas que poseía, las cuales Dios le había dado en mayor abundancia de lo que necesitaba. (Gen 14)
Por lo que podemos leer de la traducción de Jose, Abraham pago el diezmo de su ganancia no de todo lo que poseía. Es decir lo que se conoce hoy en dia como el interés. Y esto, esta corroborado con Hebreos 7:4 que dice:
Considerad, pues, cuán grande fue este, al que aun Abraham, el patriarca, dio diezmos del botín.Abraham no dio el diezmo de sus posesiones sino del botín que recibió o beneficio.
Ahora bien, DyC menciona que el diezmo es el interés anual y la iglesia ha interpretado interés como ingreso. Bien veamos lo que significa interés según un diccionario del siglo XIX:
IN'TERESTnoun Concern; advantage; good; as private interest; public interestDivisions hinder the common interest and public good.1. Influence over others. They had now lost their interest at court.
He knew his interest sufficient to procure the office.2. Share; portion; part; participation in value. He has parted with his interest in the stocks. He has an interest in a manufactory of cotton goods.
3. Regard to private profit.
'Tis interest calls off all her sneaking train.4. Premium paid for the use of money; the profit per cent derived from money lent, or property used by another person, or from debts remaining unpaid. Commercial states have a legal rate of interest Debts on book bear an interest after the expiration of the credit. Courts allow interest in many cases where it is not stipulated. A higher rate of interest than that which the law allows, is called usury.
Simple interest is that which arises from the principal sum only.Compound interest is that which arises from the principal with the interest added; interest on interes 5. Any surplus advantage.
With all speed,you shall have your desire with interest[2]
Nos interesa las acepciones 4 y 5 que dice:
4 Prima pagada por el uso del dinero; el porcentaje de ganancia derivado del dinero prestado, o propiedad utilizada por otra persona, o de las deudas pendientes de pago. Los estados comerciales tienen una tasa de interés legal. Las deudas del libro generan un interés después de la expiración del crédito. Los tribunales permiten el interés en muchos casos donde no está estipulado. Una tasa de interés más alta que la permitida por la ley se llama usura.Según esta definición, el interés no es el ingreso sino que se basa en el. El interés se basa en un dinero que ya existe y que nada tiene que ver con el ingreso.5 Cualquier ventaja excedente.
De nuevo habla de excedente o beneficio. Tenga en mente que estas definiciones de interés provienen de un diccionario del siglo XIX y que estaba en uso en la época de Jose Smith por lo que la palabra interés significa lo que ya he explicado y no ingreso.
Veamos como se define interés actualmente:
Es decir, que el interés permite que una persona que quiere generar ingresos a partir de sus ahorros puede colocarlos en una cuenta en el banco, y éste le dará una ganancia mensual estipulada de acuerdo con la cantidad de dinero invertida y el tiempo durante el cual se comprometa a dejar ese monto en un plazo fijo, por ejemplo. Por otro lado, si una empresa o individuo tiene la necesidad o deseo de obtener dinero a préstamo, el prestamista le aplicará un interés sobre el dinero prestado que dependerá del tiempo en el que se comprometa a devolverlo y de la cantidad de efectivo que se extienda al interesado.[3]
En economía, el interés es una magnitud, generalmente expuesta como un porcentaje (comúnmente designada “tasa”) que paga un prestatario por el uso del dinero que toma de un prestamista. En el caso más conocido (el del crédito), el interés será el porcentaje de dinero que obtendría el prestamista como beneficio por el uso temporal de su bien durante una cantidad determinada de tiempo (generalmente un año).[4]
Según esas definiciones el interés del dinero se obtiene aplicando un porcentaje a una cantidad fija. Para nada tiene que ver con el ingreso.
Y los santos entendieron esto perfectamente cuando la ley del diezmo se revelo en 1838:

Si el valor de un hombre es $1000, y el interés fuera $60, la décima parte del interés sería, por supuesto, $6. Así que ya ves el plan.[5]
Se ve claramente que los santos pagaban del interés del dinero y no del ingreso.
La Iglesia ha estado enseñando 2 formas de pagar los diezmos, una es diezmar los beneficios y otra es el ingreso mensual del individuo. La revelación dice claramente interés que no tiene nada que ver con ingreso. Si los lideres predican ahora que debe ser del ingreso, esta bien, pero es otra manera de pagar y no por dar mas dinero se va a recibir más bendiciones porque el diezmo es el 10% de una cantidad y si uno quiere seguir a los líderes actuales está bien, pero si otros quieres seguir con lo estipulado en la sección 119, nadie le puede censurar ni quitar su recomendación por diezmar solo del beneficio obtenido. Esta es la ley pero no estamos obligados a pagar del ingreso pero si del beneficio o interés.  El mandamiento es diezmar el interés anual. Por tanto, todos lo que diezmen así serán bendecidos de la misma manera que los que pagan de su ingreso mensual ya que la ley estipula interés. Pagar mas es voluntario y nadie te puede obligar a ir más allá de la ley.
El manual general de instrucciones cita la carta que la 1 Presidencia mando el 19 de Marzo de 1970 a todos los lideres locales:

Diezmo
Definición del diezmo
La Primera Presidencia ha escrito: “La declaración más sencilla que conocemos es la declaración del Señor mismo, a saber, que los miembros de la Iglesia deben pagar una ‘décima parte de su interés anualmente’, lo que se entiende por ingreso. Nadie está justificado para hacer ninguna otra declaración” (véase Carta de la Primera Presidencia, 19 de marzo de 1970; véase también D. y C. 119:4).
Pues bien la carta original dice asi:
Para su orientación en este asunto, tenga en cuenta que hemos respondido de manera uniforme que la declaración más simple que conocemos es la declaración del Señor mismo de que los miembros de la Iglesia deben pagar una décima parte de todos sus intereses anualmente, lo que se entiende que significa ingresos. Nadie está justificado en hacer otra declaración que esta. Sentimos que cada miembro de la Iglesia debería tener el derecho de tomar su propia decisión sobre lo que cree que le debe al Señor, y hacer el pago en consecuencia "
Vean el último párrafo en negrita y que se omite cada vez que se cita la carta. Lo que se está diciendo es que cada miembro debe decidir los que cree que le debe al Señor. Si el diezmo fuera como se nos está diciendo hoy en día, un sueldo o ingreso de mil, es un diezmo de 100, entonces no tienen ningún sentido que tome una decisión de lo que le debo dar al Señor (como menciona la carta) porque ese sistema no me deja tomarla.
Sigamos viendo más citas:
¿Pago diezmo de mi ingreso antes de impuestos o después? La Primera Presidencia ha contestado a esta pregunta de la siguiente manera: “La declaración más sencilla que conocemos sobre esto es la que dio el Señor mismo, a saber, que los miembros de la Iglesia deben pagar ‘la décima parte de todo su interés anualmente’, lo cual debe entenderse como los ingresos anuales. Nadie está justificado en hacer ninguna otra declaración” (Carta de la Primera Presidencia, fechada el 19 de marzo de 1970) En otras palabras, el modo que usted define su ingreso y consecuentemente su diezmo es un asunto entre usted y el Señor. Busque la guía del Señor en oración en asuntos como impuestos, regalos, becas y otras materias para determinar que califica como un diezmo íntegro.[6]
Esta frase es muy importante; “el modo que usted define su ingreso y consecuentemente su diezmo es un asunto entre usted y el Señor. Busque la guía del Señor en oración en asuntos como impuestos, regalos, becas y otras materias para determinar que califica como un diezmo íntegro” Como puedo definir mi ingreso y consecuentemente mi diezmo si se me obliga a dar el 10% de mi ingreso antes que cualquier otra deducción.
Mi esposa y yo queremos obedecer completamente el mandamiento del Señor de pagar eldiezmo, pero estamos confundidos en cuanto a la cifra en la que debemos basar nuestro diezmo. ¿Podría ayudarnos? Obispo Victor L. Brown, Obispo Presidente de la Iglesia.
Como en el Libro de Mormón aprendemos que Abraham pagó su diezmo a Melquisedec, sabemos que la ley del diezmo se vivió en la antigüedad. Esta ley fue restablecida en la Iglesia en esta dispensación a través de una revelación al profeta José Smith en Far West, Misuri, el 18 de julio de 1838, como se registra en Doctrina y Convenios, sección 119, versículos 3-4:Y esto será el principio del diezmo de mi pueblo.
Y después de esto, todos aquellos que hayan entregado este diezmo pagarán la décima parte de todo su interés anualmente; y esta les será por ley fija para siempre, para mi santo sacerdocio, dice el Señor.
El 19 de marzo de 1970, la Primera Presidencia envió la siguiente carta a los presidentes de estacas y misiones, obispos de barrios y presidentes de ramas en respuesta a la pregunta: "¿Qué es un diezmo apropiado?" "Para su orientación en este asunto, tenga en cuenta que hemos respondido de manera uniforme que la declaración más simple que conocemos es la declaración del Señor mismo de que los miembros de la Iglesia deben pagar una décima parte de todos sus intereses anualmente, lo que se entiende que significa ingresos. Nadie está justificado en hacer otra declaración que esta. Sentimos que cada miembro de la Iglesia debería tener el derecho de tomar su propia decisión sobre lo que cree que le debe al Señor, y hacer el pago en consecuencia ". Al final de cada año, cada miembro de la Iglesia tiene la responsabilidad de asistir al ajuste de diezmo con su obispo. En este momento, cada miembro tiene la oportunidad de declarar si es un pagador íntegro, parcial o no pagador. El pago del diezmo es un asunto entre el individuo y el Señor. El obispo es simplemente el siervo del Señor que recibe y explica la contribución. El Señor ha prometido que abrirá las ventanas de los cielos a aquellos que pagan sus diezmos y ofrendas. Leemos en Malaquias:¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
10 Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Cuando uno ha sido completamente honesto con el Señor, una sensación de paz y tranquilidad entra en su corazón de que sabe que él es un pagador del diezmo completo. Pague su diezmo sobre la base de la cual desea ser bendecido.[7]
Como vemos se deja al miembro a decidir la base sobre la que pagar diezmo. Si fuera del ingreso, esto no seria posible hacerlo porque la base ya está estipulada.
El manual de autosuficiencia dice lo siguiente:
El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, enseñó, “La ley del diezmo es sencilla: Pagamos anualmente una décima parte de nuestro incremento personal. La Primera Presidencia ha interpretado que la palabra incremento significa ganancia. La cantidad que representa el diez por ciento de nuestra ganancia personal depende de cada uno de nosotros y de nuestro Creador… Tal  como lo dijo una vez un converso en Corea: ‘Con el diezmo, no importa si uno es rico o pobre. Se paga el diez por ciento… Si gana mucho, se paga el diez por ciento. Si gana poco, aun así, se paga el diez por ciento”[8]
La cita completa dice asi: 
La ley del diezmo es sencilla: Pagamos anualmente una décima parte de nuestro interés personal1. La Primera Presidencia ha interpretado que la palabra interés significa ganancia. La cantidad que representa el diez por ciento de nuestra ganancia personal depende de cada uno de nosotros y de nuestro Creador: no existen reglas legalistas. Tal como lo dijo una vez un converso en Corea: "Con el diezmo, no importa si uno es rico o pobre. Se paga el diez por ciento, y uno no tiene que avergonzarse si no ha ganado mucho. Si gana mucho, se paga el diez por ciento. Si gana poco, aún así se paga el diez por ciento. Nuestro Padre Celestial nos amará por hacerlo y podemos mantener la cabeza en alto con orgullo"[9]
En negritas esta las frases que el manual de autosuficiencia omite. Vemos pues que según el Elder Faust, no existen reglas legalistas para “La cantidad que representa el diez por ciento de nuestra ganancia personal depende de cada uno de nosotros y de nuestro Creador” Si se me exige pagar el 10% del ingreso, no solo es una regla legalista, sino que no se me deja decidir cual es mi ganancia que es algo entre un servidor y el Señor.
En el mismo manual de autosuficiencia, nos encontramos con los siguientes gráficos:



Según ese manual la visión común, entiéndase la mundana, es pagar los gastos de sustento después de recibir el salario y lo que nos quede para diezmos y ofrendas y si queda algo se ahorra.
La visión autosuficiente del manual es que primero es el diezmo y ofrendas, luego se ahora y por ultimo se pagan las facturas. Sinceramente, no se en que mundo vive el que ha diseñado esa manera autosuficiente porque es imposible. Veamos un ejemplo. SI cobro 1300 libras y diezmo 130 y 20 de ayuno (porque encima no hay que ser generosos sino muy generosos) me quedaría 1150 libras. Ahora bien, de renta de la casa pago 875 y de impuesto al ayuntamiento (que es mensual) pago 120. Me quedan 155 libras para comer, pagar teléfono e internet y luz, gas y agua. No hace falta ser un Einstein para darse cuenta de que con 155 libras para todo un mes no tienes para todo. Hagamos la cuenta 60 libras de agua (porque donde vivo pagas el agua dos veces la limpia que entra a tu casa y la sucia que sale de ella) y 30 de teléfono e internet, 30 de luz y 20 de agua. Todo esto sale que me queda 15 libras para comer. Sin más comentarios.
Ahora bien, para todos aquellos que pagan el diezmo de su salario mensual, la pregunta del millón es bruto o neto. Los que pagan bruto creen que lo están haciendo correctamente y otra forma de pago menor es robar al Señor y los que pagan neto creen que ellos pagan de lo que reciben en su banco porque ese es su interés o ingreso. Pero ¿ha mencionado algo la iglesia de manera oficial si el diezmo es del bruto o del neto? Veamos algunas citas oficiales:
En la web de la iglesia, en un libro para noches de hogar, bajo el subtema de diezmo dice lo siguiente:
Discute las siguientes actitudes y elije una solución correcta:
Un hombre dijo una vez: “Pago diezmo de todo mi salario después de las deducciones, ya que no recibo el dinero que me quitan en impuestos”. ¿Es correcto? (Diezmo es la decima parte de todo nuestro interés o aumento. antes que cualquier otra aportación haya sido quitada)[10]
El manual de Instituto de D&C citando al Elder Widtsoe dice lo siguiente: 
DyC.  119:4. ¿Qué se quiere indicar cuando se habla de diezmo honesto? 
El élder John A. Widtsoe explicó que “diezmo significa la décima parte. Los que dan menos de la décima parte en realidad no están pagando el diezmo; son contribuyentes menores a la causa del Señor en los últimos días. Diezmo significa la décima parte del ingreso, el interés o el aumento de la persona. El comerciante debe pagar el diezmo del ingreso neto que le aporta su negocio; el granjero debe pagar el diezmo del ingreso neto de las ganancias que obtenga con el producto de su granja; el asalariado debe pagar el diezmo del sueldo o salario que gane. Con las nueve décimas partes restantes paga sus gastos corrientes, sus impuestos, saca para sus ahorros, etc. El sacar del ingreso para los gastos del diario vivir, así como para pagar los impuestos y hacer otros gastos similares y luego pagar diezmos de lo que queda, no concuerda con el mandamiento del Señor. Con tal sistema, a la mayoría de la gente no le quedaría nada de lo cual pagar un diezmo. En realidad, no hay lugar para equívocos en este punto. Debemos pagar el diezmo de todo el ingreso que recibamos. Si la índole de un negocio requiere interpretación especial, el pagador de diezmos debe consultar con el padre de su barrio, el cual es el obispo” (Evidences and Reconciliations, 2:86).[11]
Como vemos, ambas citas mencionas que un diezmo integro es del bruto de nuestro salario, Esto significa que los impuestos y otras deducciones que el gobierno nos hace se deben también diezmar. ¿Se acuerdan de que me quedaba 15 libras para comer todo el mes? (y no he mencionado los gastos de gasolina). Pues si tengo que diezmar los impuestos, serian 30 libras por lo que me quedaría un negativo de 15. Bueno, al menos estaré a dieta estricta.
Queda claro que lo que dicen las revistas y manuales de la Iglesia es que el diezmo honesto e integro es aquel que se paga del bruto.
El Elder Widtsoe reconoce algo muy importante: “El sacar del ingreso para los gastos del diario vivir, así como para pagar los impuestos y hacer otros gastos similares y luego pagar diezmos de lo que queda, no concuerda con el mandamiento del Señor. Con tal sistema, a la mayoría de la gente no le quedaría nada de lo cual pagar un diezmo.” O sea, el Elder reconoce que, pagando las necesidades básicas de una familia, a mucha gente no le quedaría dinero para pagar los diezmos. Entonces, si estas mismas familias pagan el diezmo antes y del bruto, significa que algunas de sus necesidades básicas no estarán cubiertas y pasarán necesidades. Y el mantra que el Señor bendice si pagas el diezmo integro es una falacia porque la bendición viene a través de los lideres locales que te ayudan con las ofrendas, pero si la mitad del barrio está necesitado, ¿de dónde van a sacar tanta ofrenda para repartir? Los que aceptan esas citas como verdad indisputable, prefieren que los miembros pasen necesidades antes que no pagar un diezmo del bruto.
Se nos ha enseñado que en la Iglesia todos somos iguales. Pues bien, veamos que dice el manual de presidentes de misión sobre los gastos básicos de una familia:
Mientras sirva como presidente de misión, la Iglesia le reembolsara los gastos de manutención necesarios para usted, su esposa e hijos dependientes de usted. Hijos dependientes son aquellos que no han cumplido los 26 años, no se han casado y no tienen un trabajo de tiempo completo.Gastos de manutención incluye: comida, ropa, artículos de uso domésticos, actividades familiares, limpieza en seco, llamadas internacionales a la familia y regalos modestos (por ejemplo, Navidad, cumpleaños o aniversarios)[12]
Sigamos con el manual:
No pague diezmo del dinero que le reembolsa la Iglesia.[13]
Vemos que los gastos básicos del presidente de misión son pagados por la Iglesia libre de diezmos. ¿Pero no somos todos iguales? Si ellos están exentos de pagar diezmos de los gastos básicos de una familia, ¿Por qué el resto de la membresía tenemos que diezmarlos? Cuantas veces no hemos sacrificado para no comprar regalos de Navidad o de Aniversario porque el dinero no nos llegaba, ya que habíamos diezmado antes, y ahora resulta que los presidentes de misión se les reembolsa ese tipo de gastos y no los diezman. El sacrificio es para todos y no para algunos.
Lo mencionado anteriormente reafirma lo expuesto en este articulo y en el anterior del diezmo, a saber, se diezma después de pagar los gastos básicos de una casa. O en otras palabras, del beneficio.
La ley celestial requiere una décima parte de todos los haberes que posea un hombre cuando ingresa a la iglesia, y una décima parte de su aumento anual de allí en adelante. Si todo lo que gana es necesario para su mantenimiento y el de su familia, no pagara nada. La ley celestial no toma el pan de la madre y de los hijos, ni tampoco cualquier cosa que ellos necesiten para su bienestar. El pobre que no posee bienes de este mundo para dar, pero sirve y honra a Dios de otra manera, poniendo a Su servicio lo mejor de sus habilidades, tendrá una corona celestial en el Reino Eterno de nuestro Padre. [14]

Notas:

1 https://www.lds.org/manual/gospel-principles/chapter-32-tithes-and-offerings?lang=spa
http://webstersdictionary1828.com/Dictionary/interest
https://www.definicionabc.com/economia/interes.php
https://concepto.de/interes/#ixzz5SUB1rB8A
Carta de Edward Pattridge al Hno Whiney el 23 de Julio de 1838
https://www.lds.org/new-era/2008/02/to-the-point/do-i-pay-tithing-on-my-income-before-taxes-are-taken-out-or-on-what-i-receive-after-taxes?lang=eng
https://www.lds.org/ensign/1974/04/i-have-a-question/what-figure-should-we-base-our-tithing-on?lang=eng
8 Finanzas Personales para la Autosuficiencia
Liahona Enero de 1999, pag.67
10 https://www.lds.org/manual/family-home-evening-resource-book/lesson-ideas/tithing?lang=eng
11 Manual de Instituto de DyC pag 362
12 Mission Presidents Handbook, pag. 80
13 Idem pag. 83
14 Elder Orson Hyde en El Diezmo, Millenial Star 1 de Enero 1847.








 








El Segundo Consolador, ¿Conversando con el Señor a través del velo?

9 de julio de 2018



Básicamente, lo que expongo a continuación es una corriente que está inundando la iglesia de una relación personal por Cristo. Haciendo que no sea necesaria la iglesia ni muchas ordenanzas para poder disfrutar de una comunión apostólica con Dios. Aunque estoy de acuerdo en muchos puntos, difiero en otros y estos los explicare al final. Introduzcámonos ya en lo que usan los nuevos místicos para separarse de la iglesia y de sus ordenanzas. El texto es una traducción y es mantenido las negritas del mismo.
Las escrituras nos exhortan a tener una relación personal con Cristo. No solo saber de El, sino también conocerlo como si fuera un amigo más. Para estudiar este tipo de relación, me referiré a las siguientes fuentes: Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, Enseñanzas del Profeta José Smith (EPJS), Words of Joseph Smith (WOJS) y Lecturas de Fe (LF).
Y de cierto te digo que las condiciones de dicha ley son estas: Todos los convenios, contratos, vínculos, compromisos, juramentos, votos, prácticas, uniones, asociaciones o aspiraciones que no son hechos, ni concertados, ni sellados por el Santo Espíritu de la promesa, así por el tiempo como por toda la eternidad, mediante el que ha sido ungido, y eso también de la manera más santa, por revelación y mandamiento, por conducto de mi ungido, a quien he nombrado sobre la tierra para tener este poder (y he nombrado a mi siervo José para que tenga este poder en los últimos días, y nunca hay más de una persona a la vez sobre la tierra a quien se confieren este poder y las llaves de este sacerdocio), ninguna eficacia, virtud o fuerza tienen en la resurrección de los muertos, ni después; porque todo contrato que no se hace con este fin termina cuando mueren los hombres. (DYC 132:7)
Todo lo que tiene que ver con nuestra salvación, aún cuando sea efectuado por un ungido, debe ser sellado por el Santo Espíritu de la Promesa para que tenga valor y eficacia cuando muramos. ¿Qué es entonces el Santo Espíritu de la Promesa? Según los líderes es el Espíritu Santo. Pero, ¿qué dicen las Escrituras?:
Por tanto, ahora os envío a vosotros, mis amigos, otro Consolador, el Santo Espíritu de la promesa, para que permanezca en vuestros corazones; y este otro Consolador es el mismo que prometí a mis discípulos, según se halla escrito en el testimonio de Juan. Este Consolador es la promesa que os doy de vida eterna, sí, la gloria del reino celestial; y esta gloria es la de la iglesia del Primogénito, sí, de Dios, el más santo de todos, mediante Jesucristo su Hijo… (DyC 88:3-5)
Una lectura natural de esos versículos explica que el Santo Espíritu de la Promesa es el otro Consolador que da la promesa de vida eterna a los hombres.
Veamos a quien se refería Juan con ese otro Consolador:
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: El Espíritu de verdad, al que el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poquito, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
Para ver con claridad de que Cristo está refiriéndose a si mismo como el Espíritu de verdad, leamos DyC 93:26:
El Espíritu de verdad es de Dios. Yo soy el Espíritu de verdad, y Juan dio testimonio de mí, diciendo: Él recibió la plenitud de la verdad, sí, aun de toda la verdad;
El Espíritu Santo es el primer Consolador y Cristo es el otro Consolador, por tanto, según DyC 88:3, también es el Santo Espíritu de la Promesa. Veamos lo que dijo José Smith después de citar Juan 14:16-23:
¿Qué, pues, es este otro Consolador? No es nada más ni menos que el Señor Jesucristo mismo; y ésta es la substancia de todo el asunto: que cuando un hombre recibiere este último Consolador, tendrá la persona de Jesucristo para atenderlo o aparecerle de cuando en cuando, y aun le manifestará al Padre, y harán morada con él, y le serán descubiertas las visiones de los cielos, y el Señor lo instruirá cara a cara y podrá alcanzar un conocimiento perfecto de los misterios del reino de Dios (EPJS 179)
¿Y qué significa el versículo 16 del Evangelio de Juan capítulo 14? Pues dejemos de nuevo que las Escrituras nos lo aclaren:
Juan 14:23. La visita del Padre y del Hijo, en este versículo, es una manifestación personal; y la idea de que el Padre y el Hijo moran en el corazón del hombre es un antiguo concepto sectario, y es falso.
La promesa de vida eterna debe venir del propio Cristo para que tenga eficacia y validez. Ni el Espíritu Santo ni ningún ungido puede tomar esa prerrogativa. Como bien explica Cristo en la sección 132, la ordenanza es hecha por un siervo ungido pero la promesa debe ser sellada por el propio Señor Jesucristo. José Smith dijo:
Nuestro pacto eterno ningún derecho nos da a las cosas eternas, a menos que nuestros hechos, contratos y todas las cosas tiendan a tal fin. Pero después de todo esto, se hace necesario confirmar nuestra vocación y elección. Si este mandamiento fue tan apremiante para aquellos a quienes se dió, cuanto más para los de la generación actual. (EPJS 373)
Podemos hacer todos los convenios y pactos eternos que queramos, pero para que tengan validez deben ser confirmados por nuestra vocación y elección. Principalmente todo tiene que ver con el conocimiento de las promesas de Cristo hacia cada uno de nosotros… (EPJS 373)
Ahora vamos al secreto y la llave principal. Aunque oyesen la voz de Dios y supiesen que Jesús era el Hijo de Dios, esto no sería evidencia de que su elección y vocación había sido hecha firme, ni que tendrían parte con Cristo y serían coherederos con El. Así pues, buscarían esa palabra profética más permanente de que habían sido ligados en los cielos, y que tenían la promesa de vida eterna en el reino de Dios. Y habiéndoles sido confirmada esta promesa, era como un ancla para el alma, firme y segura. Aunque retumbaran los truenos, y deslumbraran los relámpagos, y rugieran los terremotos, y los rodearan las guerras, aún así, esta esperanza y conocimiento sostendrían sus almas en toda ocasión de pruebas, angustias y tribulación. De manera que el conocimiento, mediante nuestro Señor y Salvador Jesucristo, es la llave maestra que abre las glorias y misterios del reino de los cielos. (EPJS 363)
El hombre no puede ser salvo sino al paso que adquiere conocimiento, porque si no obtiene conocimiento, algún poder maligno lo dominará en el otro mundo; porque los espíritus malos tendrán más conocimiento y, por consiguiente, más poder que muchos de los hombres que se hallan en el mundo. De modo que se precisa la revelación para que nos ayude y nos dé conocimiento de las cosas de Dios. (EPJS 264)
Nunca deberíamos temer de adquirir conocimiento, pero sí de la ignorancia. Como se ha detallado, la palabra profética más segura es que el mismísimo Cristo te prometa que tienes parte con Él en su reino. La declaración de un ángel u otro mensajero celestial o terrestre no tiene ningún valor. Cristo debe declararte sellado en los cielos y darte la promesa de vida eterna.
…Una cosa es recibir conocimiento por la voz de Dios (este es mi Hijo amado &c) y otra es saber por ti mismo que serás salvo, el tener una promesa positiva de tu propia salvación es hacer tu vocación y elección seguros, a saber, la voz de Jesús diciéndote que mi amado tendrás la vida eterna. Hermanos nunca dejen de esforzarse hasta que obtengan esa prueba. Presten atención, ahora como luego para obtener la palabra profética más segura. (WOJS 208)
Tercero y último es como hacer nuestro vocación y elección seguros. Es que obtenga una promesa de Dios de que tendré vida Eterna. Esto es la palabra profética más segura. (WOJS 209)
¿Y qué recibirán los otros que no obran fielmente y permanecen hasta el fin? Dejamos que tales busquen sus propias promesas, si acaso las hay para ellos; y si las hay, ojalá les aprovechen, porque el Señor dice que todo hombre recibirá de acuerdo con sus obras. Meditad por un momento, hermanos, y preguntaos si os consideraríais dignos de sentaros en la boda con Pablo y otros como él, si no hubieseis sido fieles. Si no habéis peleado la buena batalla y guardado la fe, ¿qué esperáis recibir? ¿Tenéis la promesa de recibir de la mano del Señor una corona de justicia con la Iglesia del Primogénito? Por esto, pues, entendemos que Pablo basaba su esperanza en Cristo, porque había guardado la fe y amaba su venida, y había recibido la promesa de recibir de su mano una corona de justicia. EPJS 70
En vano, las personas se imaginan a si mismas como herederos o que pueden ser herederos con aquellos que lo han ofrecido todo en sacrificio y así obtener la fe en Dios y su favor para conseguir la vida eterna. A menos que ellos le ofrezcan el mismo sacrificio y a través de esa ofrenda obtener el conocimiento de que ellos son aceptados por él (LF 6:8)
Os digo que en aquel día sabréis que no podéis ser salvos; porque nadie puede ser salvo a menos que sus vestidos hayan sido lavados hasta quedar blancos; sí, sus vestidos deben ser purificados hasta quedar limpios de toda mancha, mediante la sangre de aquel de quien nuestros padres han hablado, el cual habrá de venir para redimir a su pueblo de sus pecados. Y os pregunto ahora, hermanos míos: ¿Cómo se sentirá cualquiera de vosotros, si comparecéis ante el tribunal de Dios, con vuestros vestidos manchados de sangre y de toda clase de inmundicia? He aquí, ¿qué testificarán todas estas cosas contra vosotros? He aquí, ¿no testificarán que sois asesinos, sí, y también que sois culpables de todo género de iniquidades? He aquí, hermanos míos, ¿suponéis que semejante ser pueda tener un lugar donde sentarse en el reino de Dios, con Abraham, con Isaac, y con Jacob, y también todos los santos profetas, cuyos vestidos están limpios y se hallan sin mancha, puros y blancos? Os digo que no; y a menos que hagáis a nuestro Creador embustero desde el principio, o penséis que ha mentido desde el principio, no podéis suponer que tales seres puedan hallar lugar en el reino de los cielos; sino que serán echados fuera, porque son hijos del reino del diablo. Alma 5:21-25
Indudablemente vosotros estaréis de acuerdo con nosotros, y diréis que no tenéis derecho de reclamar lo que se prometió a los habitantes antes del diluvio; que no podéis fundar vuestra esperanza de la salvación en la obediencia de los hijos de Israel cuando viajaban en el desierto, ni podéis creer que las bendiciones pronunciadas por los apóstoles sobre las iglesias de Cristo hacen mil ochocientos años eran para vosotros. Además, si las bendiciones de otros no son vuestras, sus maldiciones tampoco lo son; por consiguiente, así como todos los que han sido antes de vosotros, sois vuestros propios agentes, y seréis juzgados de acuerdo con vuestras obras. EPJS 7
Leer la experiencia de otros, o las revelaciones que se les dan, nunca podrá darnos una visión completa de nuestra condición y verdadera relación con Dios. El conocimiento de estas cosas, solo se puede obtener por la experiencia en esas cosas, a través de la ordenanza de Dios estipulada para ese propósito. El [José] señaló que la desilusión de la esperanza y expectativas en la resurrección sería indescriptiblemente terrible. (WOJS 253)
¿Puede un hombre, aunque sea un ungido del Señor, prometer la salvación de otro y que tenga valor después de esta vida sin que la propia voz de Dios lo selle sobre el recipiente? La respuesta es un rotundo No. En referencia al capítulo 14 de Ezequiel, José explicó a la Sociedad de Socorro en 1842 que no podemos depender de un profeta o de un hombre para que garantice nuestro progreso o salvación. Mas que desaconsejar sobre la dependencia en un hombre para la salvación, José dijo que tal dependencia conduce a la oscuridad:
El presidente José Smith leyó el capítulo 14 de Ezequiel, y dijo que el Señor había declarado por el profeta que cada cual debería sostenerse por sí mismo, y no depender de ningún hombre u hombres en aquel estado de corrupción en que se hallaba la iglesia judía, y que las personas justas solamente podían salvar sus propias almas. Aplicó lo anterior al estado actual de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; declaró que, si una persona se apartaba del Señor, caería; que estaban dependiendo del Profeta, y a eso se debía que tenían ofuscada la mente, porque descuidaban los deberes que les correspondían, manifestaban envidia hacia los inocentes y atormentaban a los virtuosos con sus dardos de envidia. EPJS 288
La creencia de que se puede conocer a Cristo a través de la fe y de las Escrituras es un error. Se requiere sacrificio. Veamos lo que dijo José Smith:
Para que un hombre ofrezca todo, su carácter y reputación, su honor, su buen nombre entre los hombres, su casa, sus tierras, sus hermanos y hermanas, su esposa e hijos, y aun su vida misma considerando todas las cosas como inmundicia o escoria comparadas con la excelencia de conocer a Jesucristo requiere más que la simple creencia o suposición de que está haciendo la voluntad de Dios. Ese hombre requiere conocimiento cierto, comprendiendo que, cuando los sufrimientos terminan, él encontrará un eterno descanso y será un participante de la gloria de Dios.
Porque a menos que la persona sepa que la dirección que lleva su vida concuerda con la voluntad de Dios, sería como insultar la dignidad del Creador si esa persona dijera que, al terminar su vida mortal, iría a participar de la gloria de Dios. Pero cuando sabe por seguro que está hacienda la voluntad de Dios, su confianza de que será partícipe de la gloria de Dios también puede ser segura.  Observemos aquí que LA RELIGIÓN QUE NO DEMANDA EL SACRIFICIO ABSOLUTO DE TODO, TAMPOCO TIENE EL PODER DE PRODUCIR LA FE NECESARIA PARA VIDA Y SALVACION. Porque desde la primera etapa del hombre, la fe necesaria para gozar de vida y salvación jamás pudo ser obtenida sin el sacrificio absoluto de todo lo terrenal. Es por medio de ese sacrificio, y de ninguna otra manera, que Dios ha ordenado que los hombres gocen de vida eterna. Y es por medio del sacrificio de todo lo terrenal, que los hombres llegan a saber que están haciendo lo que es aceptable a la vista de Dios. Cuando el hombre ha sacrificado todo lo que posee en pos de la verdad, ni siquiera escatimando su vida misma, y creyendo ante Dios; que se le ha llamado a hacer tal sacrificio porque busca hacer la voluntad de Dios, ese hombre sabe, por seguro, que Dios acepta, y aceptará, su sacrificio y ofrenda, y que su búsqueda de Dios no ha sido en vano. Entonces, bajo tales circunstancias, ese hombre puede obtener la fe necesaria para obtener la vida eterna.
Es en vano que los hombres se imaginen que serán herederos, o que pueden ser herederos, con aquellos que han ofrecido todo en sacrificio, y que han obtenido fe en Dios, y han obtenido Su favor para alcanzar vida eterna---a menos que ellos también ofrezcan ante Dios el mismo sacrificio y, por ese medio, obtengan el conocimiento de que son aceptados por Dios.
Fue por su ofrenda, con sacrificio, que Abel, el primer mártir, obtuvo el conocimiento de que Dios lo aceptó. Y desde los días del justo Abel hasta el presente, el conocimiento que los hombres tienen de que son aceptados por Dios se puede obtener solamente mediante el sacrificio. Y en los Últimos Días, antes que el Señor venga, El va a juntar a los santos que han hecho convenio con El por medio del sacrificio. (Salmos 50: 3-5) "Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará. Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos. Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio."
Aquellos, entonces, que sacrifican todo, tendrán el testimonio de que la dirección que lleva su vida es aceptable a la vista de Dios. Y los que tienen ese testimonio tendrán la fe para obtener vida eterna. Y por la fe podrán también perseverar hasta el fin y recibir la corona que está reservada para los que aman la venida de nuestro Señor Jesucristo. Pero los que no hacen sacrificios, no pueden gozar de esa fe, porque esa fe depende del sacrificio. Así que no pueden obtener la vida eterna, porque las revelaciones de Dios no les garantizan la autoridad para obtenerla, y sin esa garantía, la fe Todos los santos de quien sabemos, en todas las revelaciones de Dios que conocemos, obtuvieron el conocimiento de su aceptación en la vista de Dios por medio del sacrificio que le ofrecieron. Y por medio del conocimiento así obtenido, su fe se fortaleció para obtener la promesa de vida eterna, y para perseverar como si viendo al Que es invisible. Y, por fe, pudieron combatir los poderes de tinieblas, contender contra adversarios fraudulentos, vencer al mundo y obtener el propósito de su fe, es decir, la salvación de sus almas no puede existir.
Pero quienes no han ofrecido tal sacrificio a Dios, no pueden saber si la dirección que llevan en la vida es aceptable a Su vista. Porque crean lo que crean, su creencia está llena de duda e incertidumbre, y donde hay duda o incertidumbre, no hay fe ni puede haberla. Porque la duda y la fe no existen en la misma persona al mismo tiempo. Así que los que dudan y temen no puedan tener confianza firme. Y donde no hay confianza firme, la fe es débil. Y donde la fe es débil, los hombres no pueden contender contra toda la oposición, las tribulaciones y aflicciones que van a tener que enfrentar para poder ser herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús. Y desfallecerán de mente, y el adversario tendrá poder sobre ellos, y los destruirá. Este discurso es tan claro, y los hechos expuestos son tan evidentes, que se considera innecesario formular preguntas sobre su contenido. Se sugiere que el estudiante lo memorice totalmente.
Como dice el profeta José Smith, no es suficiente con hacer un convenio de sacrificio como se hace en los templos en la actualidad. Debemos observar nuestros convenios por sacrificio y no solo hacer un convenio a sacrificar.
De cierto os digo, que todos los que de entre ellos saben que su corazón es sincero y está quebrantado, y su espíritu es contrito, y están dispuestos a cumplir sus convenios con sacrificio, sí, cualquier sacrificio que yo, el Señor, mandare, estos son aceptados por mí. (D&C 97:8)
Y en los Últimos Días, antes que el Señor venga, El va a juntar a los santos que han hecho convenio con El por medio del sacrificio. (Salmos 50: 3-5) "Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará. Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos. Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio." (DF 6:9)
¿Cómo podremos escuchar la voz de Dios testificando que somos suyos? Haciendo Su voluntad. Realizar obras poderosas en Su nombre, no es suficiente; vivir principios justos, no es suficiente; expulsar demonios y profetizar, no es suficiente. Someternos completamente a la voluntad de Dios es la única manera de escuchar esa voz que nos dará la certeza de que hemos obtenido la vida eterna. Mateo lo deja bien claro:
 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo 7:21-23)
El Señor obra con Sus hijos según su nivel de progresión de cada uno. Una persona puede estar en posición de recibir una asignación/sacrificio del Señor que puede ser muy diferente de la recibida por otra persona y aparentemente en contradicción con creencias / tradiciones anteriores, e incluso políticas de la iglesia, procedimientos y mandamientos en general. Este "extraño acto" del Señor, siempre está en acción entre los justos "a fin de que los hombres disciernan a los justos de los malos" (D. y C. 101: 95).
Evidencias de que el Señor pide sacrificios específicos de hijos individuales, cada uno con su propio propósito a veces, de hecho, necesariamente diferentes del uno al otro, se encuentra en otra declaración de José:
Mas no podemos guardar todos los mandamientos si en primer lugar no los sabemos, y no podemos esperar saberlos todos, o saber más de lo que ya sabemos a menos que cumplamos o guardemos los que ya hemos recibido. Aquello que en tal o cual circunstancia es malo, puede ser, y frecuentemente es bueno en otra. Dios dijo: "No matarás." En otra ocasión, mandó: "Del todo destruirás." Este es el principio de acuerdo con el cual funciona el gobierno de los cielos: por revelaciones que se adapten a las circunstancias en que se hallaren los hijos del reino. Todo cuanto Dios requiere es justo, no importa lo que sea, aunque no podamos ver la razón por ello sino hasta mucho después que se hayan verificado los hechos. Si buscamos el reino de Dios primeramente, todas las demás cosas buenas serán añadidas. Así fue con Salomón: pidió sabiduría ante todas las cosas, y Dios se la concedió, y con ella le dio todo lo que su corazón deseaba, aun cosas que pueden tenerse por abominables entre todos aquellos que no entienden sino en parte el orden de los cielos, cosas que en realidad no eran malas porque Dios las permitió y aprobó por revelación especial. (EPJS pag 312)
Por lo tanto, tenemos que hacer Su voluntad que se nos da a través de una "revelación especial" para llevar a cabo los sacrificios necesarios.  Y esto para que podamos conocer a Cristo y estar donde Él está. Esto requiere el cumplimiento de los mandamientos que ya hemos recibido. Entonces recibiremos más mandamientos de Dios mismo, porque lo que Él requiere es correcto, y no recibiremos más hasta que hayamos cumplido los mandamientos que se nos han dado.  Nefi enseñó este principio/doctrina en 2 Nefi 31-32, especialmente en el capítulo 32 vers 4-6;
Por tanto, si después de haber hablado yo estas palabras, no podéis entenderlas, será porque no pedís ni llamáis; así que no sois llevados a la luz, sino que debéis perecer en las tinieblas. Porque he aquí, os digo otra vez, que, si entráis por la senda y recibís el Espíritu Santo, él os mostrará todas las cosas que debéis hacer. He aquí, esta es la doctrina de Cristo, y no se dará otra doctrina sino hasta después que él se os manifieste en la carne. Y cuando se os manifieste en la carne, las cosas que él os diga os esforzaréis por cumplir.
No hay otra condición por la que se pueda obtener la vida eterna. El mismo Cristo nos lo dice en Juan 17;3 que las condiciones de la vida eterna requiere conocerle.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

De las escrituras que hemos visto anteriormente, podemos saber con certeza que este conocimiento no es en cuanto a hechos o atributos espirituales generales o características de Dios, sino a conocerlo personalmente. Y nuevamente Cristo nos menciona este requisito para recibamos Su testimonio de nuestra salvación en D&C. 76:74, 82. Si no lo recibimos, solo podemos obtener los reinos terrestre o telestial:
…quienes [personas del reino terrestre] no recibieron el testimonio de Jesús en la carne, más después lo recibieron. […] Estos [ personas del reino telestial] son los que no recibieron el evangelio de Cristo ni el testimonio de Jesús.
Cristo da testimonio a Sus siervos, de su salvación. Este testimonio a ellos es la palabra profética más segura, también llamada el "espíritu de profecía" (véase D&C 131: 5). Apocalipsis 19:10 nos dice que el "testimonio de Jesús es el Espíritu de Profecía". Joseph Smith aclaró:
Muchas de las sectas gritan: Oh tengo el testimonio de Jesús, tengo el espíritu de Dios pero fuera con Pepe Smith que dice que es un Profeta, pero no hay Profetas ni revelaciones en los últimos días; Pero… un momento señor, Juan, el de Apocalipsis dice que el testimonio de Jesús es el espíritu de Profecía. Entonces, por tu propia boca estás condenado. (PJS p. 214)
La confusión sobre lo que podría referirse este "testimonio de Jesús" es evidente para algunos, que afirman, que tener un testimonio de que Jesús es el Cristo, equivale a tener el espíritu de profecía, y así todos los que tienen un testimonio de la divinidad de Jesús, son por lo tanto profetas porque tienen el espíritu de profecía. Esta creencia errónea es clarificada por Joseph Smith con su declaración de que el testimonio de Jesús no es tu testimonio de Él, sino Su testimonio para ti de que tienes vida eterna:
Pedro estaba escribiendo a los que tenían una tan preciada como la de los Primeros Apóstoles, para ser sellados con el Espíritu Santo de la promesa que es el testimonio de Jesús. (PJS p.209)
Una vez que hemos guardado Sus mandamientos y sacrificado lo que Él nos ha pedido, ¿cómo sabemos si "conocemos" a Cristo? Al testificar de Él. ¿Cómo sabemos si somos testigos de Cristo? Cristo nos dice lo que significa ser un testigo de su resurrección en 3 Ne 11: 14-17:
Levantaos y venid a mí, para que metáis vuestras manos en mi costado, y para que también palpéis las marcas de los clavos en mis manos y en mis pies, a fin de que sepáis que soy el Dios de Israel, y el Dios de toda la tierra, y que he sido muerto por los pecados del mundo. Y aconteció que los de la multitud se adelantaron y metieron las manos en su costado, y palparon las marcas de los clavos en sus manos y en sus pies; y esto hicieron, yendo uno por uno, hasta que todos hubieron llegado; y vieron con los ojos y palparon con las manos, y supieron con certeza, y dieron testimonio de que era él, de quien habían escrito los profetas que había de venir. Y cuando todos hubieron ido y comprobado por sí mismos, exclamaron a una voz, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios! Y cayeron a los pies de Jesús, y lo adoraron.
Esto es lo que significa conocer a Cristo. Palpar las cicatrices de los clavos, ver con nuestros ojos y saber con seguridad de que Él es Cristo. No podemos ser salvos bajo el principio de saber sobre él. Más bien, debemos conocerlo como conocemos a nuestros propios familiares aquí en la tierra. Y no solo tenemos que conocerlo, tenemos que hacer Su voluntad y la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos. Tenemos que recibir a Cristo, el segundo consolador, si deseamos estar donde Él está. Como José Smith enseñó:
…para que cualquier parte de la familia humana sea salva, debe ser semejante a Cristo y Su Padre; y ser diferente a ellos significa ser destruido; y con esta bisagra gira la puerta de la salvación. Entonces, ¿Quién no puede ver que la salvación es el efecto de la fe? (LF 7:16)
Si no somos como Cristo, el gran prototipo del hombre salvo, ¿cómo podemos esperar estar donde Él está? Hemos visto que es vano imaginar que podemos ser herederos con Él si no hemos ofrecido todo nuestro sacrificio. Estaríamos insultando al Creador de todas las cosas, y llamándolo mentiroso, por proponerle que podemos ser salvos con cualquier otro principio que el de ser como Él y oír Su voz declarándonos el don de la vida eterna. Moroni reiteró la verdad de que no recibiremos Cristo a menos que nos hayamos purificado como Él es, y el nivel que tenemos que alcanzar para verle como Él es:
Por consiguiente, amados hermanos míos, pedid al Padre con toda la energía de vuestros corazones, que seáis llenos de este amor que él ha otorgado a todos los que son discípulos verdaderos de su Hijo Jesucristo; para que lleguéis a ser hijos de Dios; para que cuando él aparezca, seamos semejantes a él, porque lo veremos tal como es; para que tengamos esta esperanza; para que seamos purificados, así como él es puro. Amén. (Moroni 7:48)

Si han leído bien, para nada menciona las ordenanzas del templo como paso previo obligatorio para recibir la revelación de Dios. Todo se deja en un misticismo en la que la persona solo con su fe, sacrificio y expiación de Cristo ya puede recibir de ÉL la promesa de vida eterna sin ningún intermediario humano. Esto es peligrosísimo porque nuestra naturaleza carnal nos hace ver que somos buenos y que nos merecemos todo. No solo hay he leído docenas de “testimonios” de personas que ya han recibido esa voz de Jesús que hasta por Facebook me encontré con un hermano obrero del templo de las Vegas que hasta ya había recibido el segundo consolador. Esto pasa cuando se nos deja ser nuestro propio agente, se nos da la mano y agarramos el brazo. Obviamente, estoy de acuerdo en una relación personal de Cristo pero no es solo algo místico sino se necesita a Su iglesia y sus ordenanzas para que haya un orden y evitar tanto iluminado que hay suelto. El tener una Iglesia y ordenanzas es para evitar el desenfreno y que cada uno ya se crea exaltado y recipiente de visiones y voces. Aquellas nos ponen en orden porque Dios es un Dios de orden y no de confusión. La Iglesia cree u ensena que recibimos inspiración y revelación. Que todos tenemos ese derecho dependiendo de nuestro género, posición, membresía…. pero recordemos las palabras de Jeremías en 17:9 que dice:
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
El profeta reconoce que nuestro corazón no es de fiar y por eso en algo tan trascendental como esto, el Señor usa Su Iglesia, y ordenanzas para dar la revelación mas sagrada a sus hijos y así nos evitamos que hayan voces falsas.
Para los iluminados SUD, hay dos formas de recibir el llamamiento y elección: 1 por revelación personal y 2 por recibir la plenitud del sacerdocio en el templo y ser sellado por el Santo Espíritu de la Promesa. DyC 132: 7, 26.
Huelga decir que todos los que dicen que han recibido la promesa de la vida eterna es por el primer método y no por el segundo. Eso ya es algo sospechoso, ¿verdad? ¿Y en que se basan para dar autoridad a esa afirmación? Pues primero en las experiencias de Enos, Alma, Moroni, Pablo, Jose Smith. (Enos 27; Mosiah 26:20; Eter 12:37; 2 Tim 4:6-8; DyC 132:49)
Todos los mencionados tuvieron la promesa de vida eterna, esto me hace preguntarme que entonces los SUD que dicen que también la tienen como los profetas mencionados significan que ellos se comparan a ellos en dignidad, fidelidad, obediencia, humildad…. ¡Que arrogancia!
No caen en la cuenta de que el Señor fue revelando paso a paso las ordenanzas y doctrinas por lo que los santos del XIX cometieron muchos errores por su falta de conocimiento y entendimiento y por no haber recibido la revelación completa.
El concepto de ser sellado a vida eterna a través del sacerdocio fue enseñado y practicado en los principios de la iglesia en esta dispensación. (1) No hay ninguna indicación que apunte que el ser sellado a vida eterna es lo mismo que llamamiento y elección hecho firme hasta 1839. Jose Smith no enseño sobre el llamamiento y elección hecho firme hasta junio de 1939 cuando hablo de los dos Consoladores. Antes de ese año el concepto “llamamiento y elección” no existía, aparentemente, en la mente de los santos, aunque si el de “sellado a vida eterna” Cuando el profeta dio su discurso de los 2 consoladores, el asocio el ser sellado a vida eterna con el llamamiento y elección hecho firme como un solo y mismo acontecimiento. Jose ya había sellado a santos a vida eterna a través de la ordenanza del lavamiento de pies en 1833. Pero el no intento igualar esta ordenanza con “llamamiento y elección”.  Ni mucho menos la igualó con la “plenitud del sacerdocio” que aún quedaba varios años para ser revelada. Por lo que nos lleva a pensar que cuando fueron sellados a vida eterna, a que grado de salvación fueron sellados ya que no se recibió el conocimiento de los grados de gloria sino hasta un año después de los primeros santos sellados. Y otro problema es que la autoridad para ese tipo de sellamientos no se recibió sino hasta el 3 abril de 1836 cuando Elías el Profeta entrega sus llaves a Jose y a Oliverio. Por lo tanto, esto me hace pensar en que el Señor uso un mal entendimiento para un propósito mayor. No es la primera vez que pasa que el Señor permite que comentan errores para luego beneficiar a los santos. Un ejemplo de esto es el sellamiento de hombre a hombre que se efectuaba solo en los templos. En los que un hombre se sellaba a otro y era adoptado en su familia. Gracias a este tipo de relaciones, la iglesia organizo muchas de las primeras compañías para ir a Salt Lake City uniendo a los santos en parentela debido a este sellamiento y que fue muy beneficioso para la emigración al Oeste.
Veamos lo que dicen las Escrituras que debemos hacer para recibir la vida eterna:
20 Así que, en sus ordenanzas se manifiesta el poder de la divinidad. 21 Y sin sus ordenanzas y la autoridad del sacerdocio, el poder de la divinidad no se manifiesta a los hombres en la carne; 22 porque sin esto, ningún hombre puede ver la faz de Dios, sí, el Padre, y vivir. (2)
11 Porque ningún hombre en la carne ha visto a Dios jamás, a menos que haya sido vivificado por el Espíritu de Dios. 12 Ni puede hombre natural alguno aguantar la presencia de Dios, ni conforme a la mente carnal. 13 No podéis aguantar ahora la presencia de Dios, ni la ministración de ángeles; por consiguiente, continuad con paciencia hasta perfeccionaros. (3)
26 Mas he aquí, una terrible muerte sobreviene a los inicuos; porque mueren en cuanto a las cosas concernientes a la rectitud; pues son impuros, y nada impuro puede heredar el reino de Dios; sino que son echados fuera y consignados a participar de los frutos de sus labores o sus obras, que han sido malas; y beben los sedimentos de una amarga copa. (4)
31 porque yo, el Señor, no puedo considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia. (5)
Os digo que en aquel día sabréis que no podéis ser salvos; porque nadie puede ser salvo a menos que sus vestidos hayan sido lavados hasta quedar blancos; sí, sus vestidos deben ser purificados hasta quedar limpios de toda mancha, mediante la sangre de aquel de quien nuestros padres han hablado, el cual habrá de venir para redimir a su pueblo de sus pecados. Y os pregunto ahora, hermanos míos: ¿Cómo se sentirá cualquiera de vosotros, si comparecéis ante el tribunal de Dios, con vuestros vestidos manchados de sangre y de toda clase de inmundicia? He aquí, ¿qué testificarán todas estas cosas contra vosotros? He aquí, ¿no testificarán que sois asesinos, sí, y también que sois culpables de todo género de iniquidades? He aquí, hermanos míos, ¿suponéis que semejante ser pueda tener un lugar donde sentarse en el reino de Dios, con Abraham, con Isaac, y con Jacob, y también todos los santos profetas, cuyos vestidos están limpios y se hallan sin mancha, puros y blancos? Os digo que no; y a menos que hagáis a nuestro Creador embustero desde el principio, o penséis que ha mentido desde el principio, no podéis suponer que tales seres puedan hallar lugar en el reino de los cielos; sino que serán echados fuera, porque son hijos del reino del diablo. (6)
Después que una persona tiene fe en Cristo, se arrepiente de sus pecados, se bautiza para la remisión de ellos y recibe el Espíritu Santo (por la imposición de manos), que es el primer Consolador, entonces si continúa humillándose ante Dios, teniendo hambre y sed de justicia y viviendo de acuerdo con todas las palabras de Dios, el Señor le dirá dentro de poco: "Hijo, serás exaltado." Cuando el Señor lo haya probado en todas las cosas, y haya visto que aquel hombre está resuelto a servirlo, pase lo que pase, ese hombre verá que su vocación y elección han sido confirmadas, y entonces será suyo el privilegio de recibir el otro Consolador que el Señor ha prometido a los santos, según se halla escrito en el testimonio de S. Juan, capítulo 14, desde el versículo 12 hasta el 27. (7)
19 Y magnificamos nuestro oficio ante el Señor, tomando sobre nosotros la responsabilidad, trayendo sobre nuestra propia cabeza los pecados del pueblo si no le enseñábamos la palabra de Dios con toda diligencia; para que, trabajando con todas nuestras fuerzas, su sangre no manchara nuestros vestidos; de otro modo, su sangre caería sobre nuestros vestidos, y no seríamos hallados sin mancha en el postrer día. (8)
74 Y os doy a vosotros, que sois los primeros obreros en este último reino, el mandamiento de que os reunáis, y de que os organicéis, os preparéis y santifiquéis; sí, purificad vuestro corazón y limpiad vuestras manos y vuestros pies ante mí, para que yo os haga limpios; 75 a fin de que yo testifique a vuestro Padre, y vuestro Dios y mi Dios, que sois limpios de la sangre de esta perversa generación; para que yo cumpla esta promesa, esta grande y última promesa que os he hecho, cuando sea mi voluntad. […} 85 a fin de que sus almas escapen de la ira de Dios, la abominación desoladora que espera a los malvados, tanto en este mundo como en el venidero. De cierto os digo, continúen en la viña aquellos que no son los primeros élderes, hasta que la boca del Señor los llame, porque su tiempo no ha llegado aún; sus vestidos no están limpios de la sangre de esta generación. (9)
51 Estos son los que recibieron el testimonio de Jesús, y creyeron en su nombre, y fueron bautizados según la manera de su sepultura, siendo sepultados en el agua en su nombre; y esto de acuerdo con el mandamiento que él ha dado, 52 para que, guardando los mandamientos, fuesen lavados y limpiados de todos sus pecados, y recibiesen el Santo Espíritu por la imposición de las manos del que es ordenado y sellado para ejercer este poder; 53 y son quienes vencen por la fe, y son sellados por el Santo Espíritu de la promesa, que el Padre derrama sobre todos los que son justos y fieles. 54 Estos son los que constituyen la Iglesia del Primogénito. 55 Son aquellos en cuyas manos el Padre ha entregado todas las cosas; 56 son sacerdotes y reyes que han recibido de su plenitud y de su gloria; 57 y son sacerdotes del Altísimo, según el orden de Melquisedec, que fue según el orden de Enoc, que fue según el orden del Hijo Unigénito. (10)
Según esas Escrituras, para ser exaltado uno tiene que tener fe en Dios y arrepentirse de sus pecados, bautizarse por la debida autoridad, obtener el perdón de sus pecados y recibir el Espíritu Santo, ser ordenado al Sacerdocio de Melquisedec e ir al templo para ser lavado, ungido y vestido con el garment del Santo Sacerdocio, recibir la investidura y ser sellado a su esposa por tiempo y eternidad. Como nada impuro puede morar en el reino de Dios ni soportar su presencia, no solo tenemos que estar limpios de nuestros pecados sino también de los pecados y de la sangre de esta generación y esta limpieza se hace a través de la ordenanza del lavamiento de pies en la que ya estaremos totalmente limpios de pecado. También debemos ser ungidos y ordenados reyes y sacerdotes y ser miembros de la Iglesia de primogénito. Esto solo se consigue a través de la ordenanza de la segunda unción. Y una vez que el Señor ha visto que la persona es completamente fiel y ha sido probada en todas las cosas entonces será suyo el privilegio de que el Señor como el Santo Espíritu de la promesa selle la ordenanza de la segunda unción y le ofrezca un sitio en el reino celestial.
Todos estos santos que afirman haber recibido la promesa de Dios o bien mediante Su voz, o bien mediante Cristo en persona o incluso a través de un ángel, podremos saber que esas experiencias van en contra de las Escrituras por lo que son falsas. ¿Han sido todos ellos probados en todas las cosas, se asemejan en carácter o fidelidad a Enós, Pablo, Moroni… de los que usan para compararse con ellos, ¿no es arrogante esto? No podemos usar las experiencias del pasado cuando aún no tenían la plenitud del sacerdocio ni otras revelaciones para afirmar que como ellos YO TAMBIEN lo he recibido. El Señor hace excepciones cuando no tiene mas remedio porque aun no estaban todos los elementos necesarios sobre la tierra para hacer las cosas; pero una vez que hay templos y plenitud del sacerdocio, ya no hay escusas para escuchar voces y tener visiones a diestro y siniestro.
Solo hay que mirar a estas personas que afirman que Dios los ha escogido y compararlos con los que sabemos que sí el Señor ha escogido y veremos que entre unos y otros hay una gran diferencia en todos los aspectos. 

Notas
1 En una reunión en Febrero de 1831, Jose sello a vida eterna a varios individuos. Journal and Memoirs of Mary E. Lightner, p. 2-3; Young Women’s Journal Dec 1905, pag 556-557; Al principio del Verano de 1831 todos los miembros de la rama de Colesville fueron sellados a vida eterna según Jose Knight Sr.  En esa rama habría miembros solteros por lo que si son sellados a vida eterna significaría que serian unos dioses solteros y sabemos que eso es imposible porque para alcanzar el grado mas alto del reino celestial hay que recibir el nuevo y sempiterno convenio de matrimonio y en 1831 no existía. Todos ellos tuvieron que recibir todas las ordenanzas mencionadas anteriormente cuando fueron reveladas o recibirlas vicariamente, por lo que el ser sellados era un paso previo como puede ser el bautismo para recibir más. Esto demuestra la necesidad de las ordenanzas para recibir el llamamiento y elección. No es una bendición especial que no hace falta para la exaltación. Al contrario, todos en este estado de probación, en vida o el otro lado del velo, debe recibir para poder alcanzar la exaltación. Es posible que haya personas que por su fidelidad el Señor el haya concedido el privilegio de declararles que son sellados a vida eterna, pero eso no invalida que esa persona deba recibir TODAS las ordenanzas porque Dios no se puede contradecir y nada impuro puede morar en su presencia y la única manera de que somos puros de todo pecado es recibiendo TODAS las ordenanzas en Su casa. Como bien dice Jose Smith el escuchar esa promesa por parte de Dios es un ancla a tu alma. Claro que lo es para mejorarte y santificarte para que puedas estar preparados para recibir las dos únicas ordenanzas que no podemos pedir, sino que somos invitados, a saber el lavamiento de pies y la segunda unción.
2 DyC 84:20-22
3 DyC 67:11-13
4 Alma 40:26
5 DyC 1:31
6 Alma 5:21-25
7 Enseñanzas pag.  178
8 Jacob 1:19
9 DyC 88:74-75, 85
10 DyC 76:51-57

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